La idea es que comiencen una “idea de canción”: ideas para el texto, ideas para la forma, ideas de arreglo (doblajes melódicos). Más que todo una especie de lluvia de ideas general en base a las preguntas. Si alcanzamos vamos a trabajar colaborativamente vía BandLab.
Después la idea sería que, quienes quieren y puedan, se coordinen vía WhatsApp para terminar la canción y lograr sacar adelante algún tipo de colaboración.
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¿Dónde se juntan los materiales?
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¿Qué tipos de material se proponen?
- Imágenes, fotos de papel.
- Imágenes en Canva (pizarra).
- Documentos de Google Docs (”Word”).
- Audios.
- Videos.
- Partituras.
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Separamos los grupos.
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Empieza la lluvia de ideas. Preguntas disparadoras.
- ¿Qué nos gustaría evocar? ¿De qué nos gustaría “hablar” o qué historia queremos contar?
- ¿En qué nos podemos inspirar? (musical o extra musical)
- ¿Qué carácter musical queremos imprimirle a la canción?
- ¿Qué recursos técnicos nos permiten expresar estas ideas que tenemos? Armonías, acordes, tonalidades, ritmos, etc.
- ¿Queremos trabajar en un estilo concreto o una fusión de estilos?
- ¿Surge alguna idea musical en alguno de los miembros del grupo?
- ¿Qué palabras surgen, pensando en el texto? ¿O una organización métrica específica? ¿O directamente una frase de texto?
- ¿Qué instrumentos participan?
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Juntamos materiales y vemos cómo camina la cosa.
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Cuando se vaya acabando el tiempo, decidimos cómo puede continuar, quienes quieran y puedan aportar algo.
- Se pueden dividir roles tipo “yo hago la batería”, “yo hago la partitura de la base rítmica”, “yo grabo la voz”, “yo grabo la guitarra”, etc.
- O sea que puede prosperar a futuro la cosa.